¿Cuánto te aprecias?

Juan Diego Calisto
4 min readMar 14, 2020

--

Vivimos en un mundo y en una sociedad donde nos acostumbran a criticar y a ver lo negativo en vez de ver lo que podemos valorar, aprender y apreciar. Haz memoria: en tu familia, en el trabajo, en la calle. Lo más normal es decir lo que está mal, lo que no te gusta, lo que podría ser mejor, y nos olvidamos de valorar lo positivo, de ver lo que hemos aprendido en vez de castigarnos con calificativos.

Los estudios en el mundo nos recomiendan un ratio de apreciación versus crítica de 5 a 1. Cinco apreciaciones por cada crítica. Esto quiere decir que en el acumulado, por ejemplo si queremos decir dos críticas constructivas (u oportunidades de mejora), tendríamos que apreciar diez cosas de la otra persona.

Un estudio realizado por Marcial Losada y Emily Heaphy en el 2004, llegó a que el ratio promedio de los equipos de mejor desempeño era de 5.6 (esto es, casi seis comentarios positivos por uno negativo). Los equipos de desempeño medio tenían como promedio 1.9 (casi el doble de comentarios positivos por negativos). Los equipos de bajo desempeño tuvieron, en promedio, un ratio de 0.36 a 1, esto implica casi tres comentarios negativos por cada positivo.

Esto coincide con la información recabada en un estudio de John Gottman y Robert Levenson, que giró en torno a la probabilidad de las parejas de divorciarse o mantenerse casadas. El determinante más importante fue el ratio de comentarios positivos a negativos que una pareja le hacía a la otra. El ratio óptimo también era de 5:1. Los que terminaron divorciados, el ratio era de 0.77 a 1, esto es casi tres comentarios positivos por cuatro negativos.

Ahora, qué tal si jugamos un poco con esta información, y la llevamos hacia nosotros mismos. Si ya sabemos que en equipos y en parejas el ratio óptimo es de 5:1,

¿Cómo estás en tu relación contigo mismo?

¿Cuál es tu ratio de apreciación?

Si no lo tienes claro puedes respirar un poco, y hacer un recuento de los pensamientos que has tenido hoy. Apúntalos si puedes. Otra forma es hacer un diario de pensamientos, una libreta donde vas anotando todos los pensamientos de tu día. Cada vez que identifiques una crítica o apreciación hacia ti mismo la anotas.

Por ejemplo, si te encuentras diciéndote luego de terminar un proyecto “por qué te demoraste tanto, siempre haces lo mismo”, anotas el pensamiento, y al lado, +1 crítica. Si te descubres agradeciéndote por el esfuerzo y valentía que le pusiste a un reto en tu vida, escribes el pensamiento, y +1 apreciación. Puedes ir revisando la evolución cada día, y ver el acumulado cada cierto tiempo. Este ejercicio te ayuda a tomar conciencia de cómo estás en el ahora, para que puedas ir tomando acciones para evolucionar de la forma que te haga sentido.

La apreciación hacia ti mismo, como todo en la vida, es algo que puedes ejercitar. Abajo encontrarás dos ejercicios que te pueden ayudar a ejercitar la apreciación hacia ti mismo y hacia los demás, están siempre conectados.

  1. Tres Cosas buenas:

Separa diez minutos antes de irte a dormir. Escribe tres cosas buenas que te han pasado hoy y las razones por las que ocurrieron. Luego de cada evento positivo, responde a la pregunta: ¿Por qué pasó esto? Incluye cómo te hizo sentir en ese momento, y cómo te hace sentir ahora, en el momento en que lo estás escribiendo. Puedes utilizar un diario, en una computadora, o en un diario. Lo importante es tener un registro físico de lo que escribiste. Si no pudiste hacerlo en la noche, puede ser cada mañana.

Variante 1: en vez de tres cosas buenas, puedes elegir agradecer por tres cosas de tu día, o tres cosas en tu vida. Por ejemplo, por estar sano, o porque tu familia esté contigo ahora.

Variante 2: te agradeces a ti tres cosas, puede ser por ejemplo el esfuerzo que le pones cada día a crecer como persona, el elegir ver lo positivo en las personas o situaciones por más retadoras que sean, o darte tiempo para ti mismo.

2. Valorar algo de cada persona:

En cada interacción que tengas, valora algo de la otra persona. Sea un amigo, un colega, un familiar, o un extraño que te está llevando al trabajo o que te está sirviendo tu comida. Este ejercicio es bien interesante, porque así como cuando uno se aprecia más puede hacerlo más para otros, puede funcionar igual a la inversa. Apreciar a otros te lleva a apreciarte más, y apreciarte más te ayuda a apreciar a otros.

--

--

Juan Diego Calisto

Podcast 🎙Una Aventura Humana | Leadership & Life Coach (ICF) | Economista